LA PROYECCION DE LOS HUMANOS

La monotonía, el círculo vicioso del pobre ser humano manipulado ha terminado. Solo soñaba con nacer, crecer bien, desarrollarse, tener poder sobre los demás, joyas y suficiente dinero, muchos sueños mundanos, casarse, reproducir y morir ha sido lo exclusivo de la vida material y el común denominador de los habitantes intelectuales de este planeta.
Se debe a que siempre ha existido mucha maldad en los virtuosos y mucha virtud en los malvados; porque a veces el “hombre” no planea de mala fe todo lo que puede a su alcance, pero como no sabe lo que hace, esos proyectos están rodeados de muchas fallas que representan nuestros errores comunes calificados por las sectas religiosas defectos, vicios o pecados con un interés de fondo tautològico por quienes lideran estas metas siendo el orgullo y la lujuria los peores que conducen al abismo (infierno) y las que mas nos separan de la sabiduría.
Se ve reflejado en la convivencia, espejo de cuerpo entero donde podemos vernos tal como somos y no como aparentemente somos.
Existe el proyecto identificado, denominado solución de problemas, porque todo problema la mente lo crea, el problema subsiste porque la mente no lo olvida, solo el problema desaparece cuando la mente la olvida.
Por tanto todo problema tiene un triple proceso en una forma mental subjetiva:
Son el surgimiento, subsistencia y disipación para convertirlo en constante soñar sin resultados en lo que debe ser que no es, lo hace el común de las gentes. Transforma todo en materia, durante el proceso pasa por varias etapas de sacrificios innecesarios como batallar, ilusionar y luego de tanto errar que como efecto viene el sufrimiento decrépito y con miedo de morir siempre muere peor que una bestia sin (conciencia) como un pobre diablo. ¿Que tal eso?
El humano no se preocupa por mirar el horizonte y su interior, solo camina (vive) sonámbulo con la cabeza agachada quizás porque va pensando (soñando) y a la vez no quiere mirar a su vecino o aquel que es su enemigo, su opositor, su crítico, o no le pagó, no devolvió el favor, no le quiso prestar, no le dio trabajo, algún día no lo saludó por cualquier motivo, el perro le ensucia con estiércol su jardín, no le prestó el carro, se acuesta con su mujer o marido, le roba los frutos del huerto, asesinó o hirió a un pariente suyo, no lo deja dormir, etc. Tantos yoes y vicios que tenemos sin acabar y no hay la mas mínima preocupación o interés en darle la debida solución a todo esto.
Aquel que manifiesta vivir bueno, que es muy rico, no sufre, no tiene enfermedades ni miedo a los delincuentes y gobierno, con quien vive, a los huracanes, terremotos, a la muerte misma etc., es porque tuvo que haber eliminado al menos parte de todas esas porquerías y vicios de los llamados hijos de los siete pecados capitales enunciados en párrafo anterior; es aquel que ya no piensa y se libera paulatinamente en medio de esas miserias, porque ya se está convirtiendo en un hombre de verdad.
Recuerden en los tiempos antiguos o la historia, cuando DIOGENES salió por toda la ciudad de ATENAS tierra de filósofos a buscar a un hombre con una linterna y no lo encontró. Quiere decir que solo había bestias intelectuales. Esto mismo es lo que preocupa ahora.

CARLOS ARTURO YEPES SERNA
Investigador cósmico de lo visible e invisible

cayfinal@gmail.com
codesco2005@hotmail.com

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