CLASE 8: ESTADO ACTUAL DE LOS CENTROS DE LA M.H.

En todos los seres humanos los centros de la máquina humana se encuentran desequilibrados, debido a que no hay interés en trabajar e investigar sobre esta materia del sí mismo, y son muy pocos los que se conocen así mismo; de ahí la gran preocupación de YESCAR quien les escribe en los tiempos del fin.

El centro instintivo como productor de energía solar, abastece todos los centros inferiores y los excedentes de energía son depositados en el centro sexual. Este proceso se hace durante la noche cuando el cuerpo físico descansa.

Al iniciar el día cada uno de nosotros nos encontramos con las baterías llenas, y empezamos a gastar energía cada vez que usamos un centro y cada uno de nuestros pensamientos va gastando la energía del centro intelectual hasta agotar la carga inicial.

Cuando esta carga se agota totalmente, el centro intelectual se ve obligado a robarle energía al centro sexual, para seguir funcionando.

Cada una de nuestras palabras y cada uno de nuestros movimientos van gastando la energía del centro motor, cuando sus reservas energéticas se agotan este, tiene que robarle energía al centro sexual para poder seguir trabajando.

Por lo tanto, cada una de nuestras emociones en el diario vivir agotan la energía del centro emocional y a su vez este, va robando energía al centro sexual.

Así mismo el centro sexual para fortalecerse y poder trabajar, por haber sido saqueado durante todo el día, tiene que trabajar con los excedentes de los otros centros.

CONCLUSIÓN:

Los centros de la máquina no trabajan con su propia energía, y nada nuevo se puede crear ni se puede avanzar, para colmo de males son pocas las personas que conocen el Supra sexo y cuando llegan a la práctica sexual, se esfuerzan en extraer la energía o de expulsarla a través del orgasmo y todas las reservas energéticas son extraídas solo para divertirse.

COMO SE EQUILIBRAN LOS CENTROS

Los primeros cinco centros están caídos y trabajan equivocadamente, los dos superiores no cayeron y trabajan equilibradamente, muy pocos seres hacen uso de los centros superiores y es lo que deseamos en este tratado de Arte y Cultura Superior.

La mayoría hace mal uso de los cinco centros inferiores y para ello, tenemos soluciones:

1.    Si vamos a equilibrar los centros, debemos aprender a observarlos primero.

2.   El segundo paso será aprender a ahorrar energía, para que no haya saqueo del centro sexual así: Recto pensar. Recto Sentir. Recto hablar y Recto obrar.

PRÁCTICAS:

EL RECTO PENSAR

Este pensamiento no es de mi ser, es de un YO (defecto) y tiene que morir, porque pertenece al mal.

EL RECTO SENTIR

Este sentimiento no es de mi Ser, es de un -YO- y tiene que morir.

EL RECTO OBRAR

¿Qué es?  ¿Qué es lo que estoy haciendo? Esta mecanicidad no es de mi Ser, es de un -YO- y tiene que morir.

Bueno, ¿realmente que es el recto hablar?


Es saber lo que hablo, que es lo que digo ¿y qué estoy diciendo? POR EJEMPLO, CUANDO PIENSO, DEBO ANALIZAR ANTES DE PENSAR:  Esto no es útil, es una basura que no es importante, esto no lo pronunció mi Ser, y es un -YO- que tiene que morir.

Si iniciamos con este trabajo de momento en momento, en cada instante podemos reflexionar en forma consciente con plena observación.

Si iniciamos esta estrategia, veremos que son muy pocas las cosas que pensamos, sentimos, hablamos y hacemos, nos damos cuenta que perdemos el tiempo en boberías, que nunca pensamos en nada útil, nunca sentimos nada bueno y que hablamos hasta por los codos; es un total fracaso y una pérdida total de energía.

Al poner en práctica esta estrategia, se iniciará el ahorro de energía y así podremos utilizar debidamente el sexo, crear los cuerpos existenciales superiores del Ser y nos permite salir del estado animal en que nos encontramos actualmente.

Por lo tanto, los invito a practicar aquí y ahora, si queremos ser sabios de verdad. 

 

CARLOS ARTURO YEPES SERNA

Facilitador 



Comentarios

Entradas populares de este blog

OBJETIVO DE LOS LIBROS PUBLICADOS

DEVELACION DEMOCRATICA FIN A LA IMPUNIDAD

23- PRACTICA DE LOS SIETE CENTROS DE LA MAQUINA HUMANA